María Sharapova es un encanto, su guapura resplandece en esa foto donde la vemos con los brazos por delante, juntos, y un reloj blanco, tal vez regalo de un enamorado.
Claro, pues muchos hombres han caido bajo el influjo implacablemente profundo de su lindura, que esta imagen acredita y corrobora.
Deslumbrando a toda hora, no hay deportista eslava Sharapova, destinada a iluminarnos a toda hora como la luz del día, así de cautivante resulta María.